lunes, 3 de diciembre de 2012

Comentarios, Mi experiencia.




Recuerdo cuando era pequeño que mi padre siempre tuvo carros viejos, no entendia por que ni tampoco porque no tenia los mejores juguetes ni la mejor ropa pero en fin, siempre quise que tuviera uno de esos coches de los anuncios; bolidos de cuatro ruedas flamantes, con ese olor a plastico nuevo y ese andar tan silencioso.

Entre tantos una ves tuvimos un "vocho" negro, recuerdo muy bien que olia a humedad desde que una buena inundacion nos toco, teniamos que empujarlo hacia atras porque no servia la reversa, mi papa se pasaba a ratos intentando encontrar "un ruidito" y en ocasiones un poco de corriente solucionaba los problemas, en fin para mi siempre fue un martirio andar en ese coche, viejo apestoso, pero igual de fuerte y fiel que un perro.

Recuerdo tambien que un muy buen amigo y compadre de el una ves le ofrecio una Combi, ese cacharro de caja con motor blanca que me hacia sentir que andaba en transporte publico todo el tiempo, este cacharro se convirtio en el coche de uso oficial familiar, que vamonos a comer subanse a la combi, que vamos a visitar al tio subanse a la combi, que vamos a michoacan en la combi... un sin fin de patoaventuras.

Hubo ocasiones que la pobre, no podia mas, cabe mencionar que me sentia mas lento que tortuga a 80 km/h en carretera y muy pero muy incomodo en los asientos tipo "pesera". En uno de esos viajes fuimos a valle de bravo, tenia recien una reparacion y la dejaron mal, toda sonsa y a destiempo se calentaba y sin fuerza apenas llego y a duras penas regreso.

En otra fuimos a veracruz, el cambio de balatas implico la omision de un paso en el armado de los tambores, lo que hacia que a la combi se le desajustaran los frenos a cada rato y cada 40 km o menos tener que levantarla para ajustarlos, ese martirio duro 10 horas entre paradas al baño, la comida en carretera y los descansos del "ruco". finalmente llegamos, y el regreso a chilangolandia otra historia igual.

Odiaba como nos rebasaban, como sonaba, como olia a gasilina y humo, como me hacia bajar mi papa de la camioneta para abrir la puerta de la cochera, que como "trabajo dominical" me ponia a lavarla, y asi duro mas de 10 años en casa.

Finalmente una ves que andabamos cerca de casa, visitando a un tio, de repende se escucho un estruendo, una camioneta ford habia chocado de frente con la combi, este andaba borracho, y la querida combi estacionada sin deberla ni temerla. Despues de esto, no quedo mas que intentar repararla, paso mas de un año, abandonada en la calle a causa de un hojalatero irresponsable hasta que finalmente "quedo", ya no era la misma, el tiempo paso y se vendio.

Un dia llego la oportunidad de comprarme un coche, yo con 20 años y 12,000 pesos no podia aspirar a un coche de ensueño, buscaba un vocho, cualquiera que pareciera el mejor postor y lo primero que se me atraveso fue una combi. Ahi estaba de nuevo un cacharro blanco, era una carcacha, sin motor, con llantas ya para cambiar, toda una joyita, pero todo por la modica cantidad de 4,000 pesos lo que me parecio fabuloso. Desde ahi esperando armarla y terminarla a pesar de que no me gustaban para nada, nacio un gusto adictivo, y no se como pero es mi coche, consegui su motor, llantas nuevas y un poco de gasolina y quedo mi podrida 84, la mil amores, la rompe vientos, la que ha sido una fiel compañera trotamundos. Y asi seguira hasta que los fierros ya no puedan mas.

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